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En este poema nos presentan a una paloma a través de un narrador en tercera persona. El narrador mantiene una presencia externa que nos da una distancia emocional, pero importante en relación a la ave. A primera vista uno podría describir al pájaro como inocente, llegando incluso tal vez a llamarlo torpe. Esto se hace claro con la repetición en pretérito imperfecto de “se equivocaba” en cada estrofa que acompañado con varios ejemplos de antítesis, convocan un tono de decepción. En términos del antítesis me gustaría señalar la consistencia en la connotación negativa del orden de las palabras como mar, noche, o el sur que son seguidos por palabras (en orden syntactica) con cielo, mañana, y norte respectivamente. El cielo siendo el dominio natural de las palomas, la mañana (a comparación de “dia”) representativa de poder ver otro dia, y el norte como ir hacia arriba, progresando. Es con esto que se puede inferir en la última estrofa que el narrador se está refiriendo a una persona, un desamor. Esto rompe así la barrera emocional que se establece con la paloma al otorgarle características humanas. Con esta revelación podemos libremente interpretar el poema como una confusión amorosa que refleja este mundo que rumba la paloma donde no hay certezas. Finalmente también debo mencionar que esta interpretación se relaciona con lo que dije sobre las connotaciones negativas que se destaca mejor en el verso “que la calor, la nevada.” Como un puente este verso nos da lo físico prominente con la interpretación superficial de la paloma y lo emocional que atrae el “calor” siendo un polisemia para la pasión. Una pasión que no es correspondida.